San Sebastián (en euskera o vasco, Donostia. Oficialmente es conocida como Donostia-San Sebastián) es la capital de la provincia de Guipúzcoa. Se popularizó como destino turístico desde finales del siglo XIX cuando la reina María Cristina comenzó a pasar todos los veranos con la corte allí, residiendo en el Palacio de Miramar. Es la sede del Festival Internacional de Cine de San Sebastián y de la Quincena Musical, entre otros eventos, que congregan a espectadores llegados de todos los países del mundo.

La belleza de la ciudad y la gastronomía son dos de los atractivos turísticos principales. La bahía de la Concha preside la ciudad flanqueada por el Monte Igeldo y el Monte Urgull. Frente a la playa de la Concha se encuentra la Isla de Santa Clara, donde se encuentra el Faro y a la que se puede acceder en barca desde El Puerto. A la izquierda de la playa de la Concha se sitúa la playa de Ondarreta y en el extremo final de ésta, el conjunto de esculturas de Eduardo Chillida «El peine del viento».

Cómo Ir

En avión

Al aeropuerto de San Sebastián (IATA: EAS), situado a 22 kilómetros de la ciudad, llegan diariamente vuelos de Iberia procedentes de Madrid y Barcelona, los miércoles y domingos de Bruselas. Pero existen cuatro aeropuertos más en las cercanías: Bilbao (102 km) es el más importante de todos con numerosas conexiones nacionales e internacionales. Pamplona, Vitoria y Biarritz(en Francia, a 40 km) éste cuenta con conexiones a varios destinos europeos operados por compañías de bajo coste.

En tren

A San Sebastián llegan trenes de muchas partes de España y la cercana Francia, incluyendo un tren nocturno desde Paris y Lisboa. Se debe tener cuidado al tomar el tren desde Francia puesto que allí existe una ciudad también llamada San Sebastián.

En bus

Los buses son las únicas formas de llegar a ciertas regiones del País Vasco, y a menudo tienen más frecuencias y son más baratos que los trenes. Vitoria, la capital del País Vasco se encuentra a una hora de viaje. Bilbao, la ciudad más grande en la región y centro de viajes (las compañías aéreas más importantes tienen vuelos diarios hacia el aeropuerto La Paloma), se encuentra a una hora, al igual que Pamplona, ambas populares destinos turísticos. También existen buses que hacen viajes más largos, incluso nocturnos, a Madrid, Barcelona e incluso Milán.

Circular

A pie y en taxi

Se puede ver en San Sebastián a pie y en taxi. Una nota importante: los taxis sólo pueden tomarse en las paradas de taxi, no se puede simplemente levantar la mano y gritar «taxi». Está prohibido que les lleven a los pasajeros que no están en las paradas de taxi, a excepción de aquellos pasajeros que llaman y piden un taxi por teléfono.

En bicicleta

La ciudad está cubierta casi en su totalidad por una red de ciclovías o carriles de bicicleta (llamados bidegorris), los que cuentan con lugares diseñados para dejar las bicicletas aseguradas con cadenas. Existen empresas que realizan visitas guiadas en bicicleta durante el verano.

En autobús

Existen 24 líneas de autobuses de transporte público –Compañía del Tranvía de San Sebastián– que recorren los diferentes barrios de San Sebastián. El servicio funciona todos los días, hasta cerca de la medianoche, con una frecuencia de entre 5 minutos a media hora dependiendo de la línea de autobús. Los fines de semana y vísperas de festivos existen servicios nocturnos que circulan cada hora, aproximadamente. El pago se realiza en efectivo o con una tarjeta magnética. Existe una tarjeta turística de transporte que permite realizar todo los los viajes que se deseen durante 3 días.

Visitar

Playas

La Concha: es una de las playas urbanas más famosas de España. Tiene una longitud de 1350 m y una anchura media de 40 m. Al igual que las otras dos playas, su arena es fina. Consta de 38 duchas, alquiler de toldos y sillas de playa y duchas y vestuarios. Próximo a la playa hay un parking. En la playa se encuentran el balneario de La Perla, la antigua Casa Real de Baños y el Real Club Náutico, edificios que, junto con la famosa barandilla, las elegantes farolas, dos grandes relojes de principios de siglo y el Palacio de Miramar, que la cierra por el oeste, configuran una playa elegante y singular.

Ondarreta: situada entre el Palacio de Miramar y el monte Igueldo, es la más pequeña de las tres playas. De aire algo más informal que La Concha, se trata de una playa de corte menos urbano. En el paseo que la bordea hay unos jardines en los que se puede encontrar una estatua en honor a la reina María Cristina. Tiene una longitud de 600 m.

Zurriola: con una longitud de 800 m es la playa más abierta al mar y con oleaje más fuerte, de forma que se ha convertido en la más frecuentada por los jóvenes y los surfistas. En 1994 se llevó a cabo una remodelación de la playa, hasta entonces prácticamente inutilizable, con la construcción de un espigón que redujo el peligro de las aguas y con la mejora general de la calidad de la arena y del agua. Está permitida la práctica del nudismo en esta playa desde 2004.

Además de estas tres playas, también es utilizable la pequeña playa que se forma en la isla de Santa Clara, a la que se puede acceder en barco en los meses de verano, o a nado, pues se encuentra a escasos 500 m de Ondarreta en marea baja.

Actividades

Senderismo
Piragüismo: Alokayak (situada en la Playa de Ondarreta ofrece alquiler de piraguas con o sin monitor.

Museos

El Museo de San Telmo
Que actualmente se emplaza en un antiguo convento dominico de mediados del siglo XVI, cuyo claustro y torreón fueron declarados Monumento Nacional en 1913. Posee una variada colección de esculturas, cuadros, grabados, figuras egipcias, armas, cerámica, instrumentos musicales, fotografías, etc.

Museo de la Ciencia Eureka.
Este museo, en mi modesta opinión, es algo que no merece la pena en absoluto. Dejando de lado todo lo que cuesta llegar hasta aquí… (está bastante lejos del centro de la ciudad), se le une el hecho de que se paga un dinero muy alto por ver objetos que en muchos casos están en mal estado y no tienen nada de originalidad. Último consejo: no se os ocurra entrar a una sola proyección del planetario. Son proyecciones para niños, muy antiguas. Os lo dice un ciudadano de San Sebastián.

Museo Chillida-Leku
Situado en la localidad vecina de Hernani, alberga la más amplia colección de obras del escultor donostiarra Eduardo Chillida. Se trata de uno de los más importantes reclamos turísticos de la ciudad, si bien actualmente se halla cerrado por problemas económicos, lo que ha causado gran controversia.

Vida nocturna

El ocio nocturno de la ciudad se centra en varios puntos: la Parte Vieja, el entorno de la calle de los Reyes Católicos junto a la Catedral del Buen Pastor y las discotecas de la Bahía de la Concha y de la playa de la Zurriola.

En la Parte Vieja se concentran grupos variados de jóvenes de todas las edades, muchos de los cuales se desplazan a las discotecas de La Concha tras el cierre de los bares de dicha zona. Las tres discotecas situadas en la bahía acogen a todo tipo de público, si bien son consideradas discotecas de público con alto poder adquisitivo. Estas tres discotecas, principalmente las situadas en el edificio del Real Club Náutico de San Sebastián y junto al balneario de La Perla, acogen las fiestas del Festival Internacional de Cine.

Otras opciones de ocio nocturno son el café situado en el Teatro Victoria Eugenia, la discoteca a orillas de la playa de la Zurriola,el centro de Ocio Illumbe formado por la plaza de toros y un centro comercial con pubs, restaurantes y discotecas o los mencionados bares del centro de la ciudad en el entorno de la Catedral.

Comer

La cocina vasca es famosa dentro de España y muchos afirman que es en el País Vasco donde se puede encontrar la mejor. Gran parte de esta fama proviene de San Sebastián, sus bares y restaurantes. Aunque las tapas o pintxos (léase pinchos) fueron inventadas en Andalucía, fue en San Sebastián donde fueron perfeccionadas y una caminata a través de la Parte Vieja y sus muchos bares a todas horas demuestra con facilidad el por qué. Cada bar está lleno de pintxos de aspecto delicado y apetitoso. Usualmente los pintxos se consumen junto a un vaso de vino o una cerveza, y la tradición española sugiere tomar un pintxo y vino en un bar, y luego desplazarse al siguiente. Los pintxos pueden sustituir una cena -por cada pintxo se paga alrededor de 1 o 2 euros- de forma que se pueden comer tantos como uno desee.