Después de llegar a La Catedral de Santiago de Compostela, en un recorrido de muchos kilómetros a pie por la ruta Jacobea, el peregrino bendecido y purificado ha de seguir su camino, la ruta marcada por la propia existencia pero con un nuevo ímpetu. Que mejor para iniciar esta ineludible travesía que alargar la marcha y esta vez partiendo de Santiago, hacia Fisterra.
En el Códice Calixtino, se relaciona a Fisterra con la ruta jacobea y es el responsable que los discípulos del apóstol trasladaran su cuerpo desde tierras palestinas hasta la ciudad de Santiago de Compostela. El manuscrito del siglo XII conformado por cinco libros con 225 pergaminos escritos a doble cara, contienen textos litúrgicos, sermones y piezas musicales acerca del Apóstol Santiago, -como dato curioso fue robado de los archivos de la Catedral de Santiago en julio de 2011 y recuperado un año después- .
Para no perderse Fisterra está ubicada en la Costa da Morte a unos 86 kilómetros de la ciudad de Santiago de Compostela en dirección hacia las costas del atlántico. Se puede acceder a ella por una ruta dividida en 3 etapas. La primera con un recorrido de 21 kilómetros que parte desde la plaza del Obradoiro, donde está ubicada la Catedral de Santiago hasta Negreira. Es una ruta maravillosa llena del embrujo de la naturaleza, los suaves trinos de las aves se combinan sublimemente con el sutil olor a eucalipto que perfuma el aire dando a esta experiencia un toque idílico.
Escrito por María Fernanda Sanabria